Son las 4:07 del día 6 de Enero. Los miembros de la família Peláez duermen plácidamente en sus respectivos dormitorios. Ignoran que en el comedor hay una gente estrafalaria sentada en su sofá comiendo pastitas y charlando de trabajo -que si este año está siendo más duro de lo habitual, que a ver si cobran de una vez los años de retraso, etc-, y que también hay un numeroso rebaño de camellos que dejan pelo y baba por todas partes, inquietos y sin apenas margen de movimiento, sin saber dónde meterse. Falta el
rey Baltasar, que está echando una cagada en el baño grande. El digestólogo le dijo que controlara su alimentación si no quería proporcionarse una úlcera sangrante de aúpa, pero el gilipollas se ha pasado la noche de
casa en casa, comiendo pastitas y galletas. ¡Menudo gilipollas!
¡GILIPOLLAS!
No hay comentarios:
Publicar un comentario