Al tío le da un volunto. Ve al agente de policía que está junto al coche poniendo una multa, se acerca por detrás, sigilosamente, cual felino, y le propina tal colleja que la gorra le da volteretas.Ve esa nuca franca, la trayectoria limpia, libre de obstáculos, y sin pensárselo dos veces -ni una- descarga su mano abierta sobre ella, con premeditación y alevosía y todo lo malo.¡Pero que ni siquiera es su coche! ¡¡¡Que está chalao!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario