Con esta pistola ya no 'tiras del gatillo' sino que 'empujas del gatillo'. El movimiento debe ser preciso y fuerte. Hay que colocar el dedo índice estirado tras el gatillo y empujar bruscamente (con la misma determinación con la que se toca un timbre redondo o se mete el dedo en un ojo de cristal). Hay que usar un dedo robusto y acusativo para matar al otro. Hay que señalar a la víctima con el dedo escondido tras el gatillo. ¡A ti! ¡Te mato a ti!
No hay comentarios:
Publicar un comentario